sábado, 6 de abril de 2013

Fragmentos repletos de color y de vida, en la luz o en lo oscuro, rebalsan inundados de las gotas que besaron el día. Protegidos por el aura de un ensueño, se trasportan y transforman. Son el hecho, algún recuerdo y ahora eco. Mas el eco de aquel eco se hace voz y despierta a la piel cansada, que dormida sintió.