jueves, 4 de diciembre de 2014

Caída I

En lo alto de
la esperanza cuelga,
tambaleante,
un vértigo oscuro y
hasta, diría, aniñado
que antecede al precipicio desde
su tierra profunda.

A veces,
la
caída
es
un
alivio que
nos salva
de la llana quietud de la razón.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Impunes

Basta con mirarnos las manos,
embaucadas de vida,
para comprender el origen
de su insensatez.
Pero basta, también, con detenernos
por algún rincón no muy oscuro
para perder de vista nuestra sombra
una vez más.


Aun después
de afilarnos los dientes con
la inexperta voluntad y
relamernos ante un conteo
hacia atrás sin retorno,
nos proclamamos inocuos.