Antes que una figura, somos parte de las manos que trazan un mundo en búsqueda de igualdad y libertad. Más que obedientes, somos un alma en revolución, que unen al viento y la vida, dejando una huella en sus pasos.
Entonces, mujer, suelta las baratijas con las que pretenden adornarnos y enciende tu luz. Enrojece tus labios con el sonido de tu voz para besar los espejos necios que anularon tu visión. Que la curiosidad te vista y traspase las barreras del permiso, para así alzar las siluetas que desistieron ante la opresión. Delinea tus ojos de humildad y entereza, y verás que no es necesario ese falso equipaje. Basta con mirar más allá para poder viajar.
Demos a luz a la voluntad para destruir la sumisión.
2 comentarios:
Qué lindas expresiones que usás :)
O será que la mujer en sí, es tan linda y pura, que la describís como vos bien conocés "a las de tu especie" (que día a día me siguen asombrando)!
Publicar un comentario