lunes, 20 de mayo de 2013

Amor en consecuencia

Amar. Algo tan común y complejo. Algo que se vuelve relevante entre tanta soledad. Pero si el amor nace, ¿la soledad se va? ¿O será que forzamos el amor y lo moldeamos como arcilla fresca dispuesta a ser un reflejo nuestro?
Se dice que es el sentimiento más importante que el ser humano puede poseer. Yo digo que el amor es consecuencia de los actos de los hombres convirtiéndose así, ni más ni menos, que en una clara sensación, no siendo cosificado por banalidades estereotipadas. Es que acaso ¿hay cosa más bella que proceder con pasión y convicción ante la vida impulsado por un ideal? No hay corazón que pueda resistirse ante un sentimiento tan feroz. He aquí cuando aparece el amor.
Si se toma al amor como consecuencia resulta sencillo identificar los quiebres, aquellos momentos en los que las grietas se vuelven indomables y se escapan entre los dedos. Pues si dos almas se aman no es por casualidad, sino que existe una elección entre ambas. Dicha elección es la búsqueda de lo mio en el otro, es el construir de un lazo que me permite bucear en el ser ajeno sin perderme a mí mismo. Es generar esa comunión entre la mente y el corazón, para no perder el sentimiento pero tampoco dejar que éste opaque la fuerza de las ideas.
Resulta sencillo entrever que elegimos en función de lo que pretendemos para nosotros mismos. Puede que en el mismo amor resida el egoísmo, ya que no elegimos lo opuesto a nuestra aspiración personal. Sucede lo mismo a la inversa. Elegimos sepultar al amor que ya no nos retribuye espiritualmente lo que deseamos.
Seguramente cada sujeto tenga una acepción distinta sobre el amor. Pero resulta interesante pensar en las posibilidades que trascienden la unión de dos personas y posar la mirada en el por qué de dicha unión.
Amar es construir. Construir es mostrar nuestro ser. Somos impulsados por nuestros deseos.
"Te amo por lo que sos".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando se escribe así de visceral no se puede más que disfrutar...

Luján dijo...

Muchas gracias ! No sólo por el comentario, sino también por haberte tomado el tiempo de leer. Cuando esto sucede las palabras cobran vida en su totalidad. Saludos =)

Gabriel dijo...

Considero que el amar es consecuencia pero que también tiene algo de arbitrariedad, algo que escapa a nuestras posibilidades, a nuestro querer o a nuestro sentir. Adam Smith, economista, decía que hay una "mano invisible" que regula el mercado, creo que esta metáfora se representa en la vida misma, cuando amamos, cuando elegimos, cuando deseas algo o cuando se tiene un objetivo, en cada una de las acciones que realicemos estamos condicionados, en parte, por ese "algo", por lo que existe una fuerza mayor a la cual no tenemos acceso y que provoca que determinadas cosas se den sin un porque o sin una explicación aparente, una cuestión del destino. El amor es un sentimiento hermoso el cual encontramos sin buscar y por más que quisiéramos toparnos con él, podríamos acabar por morir en soledad. Haciendo una analogía, podríamos comparar cada alma con una pieza de rompecabezas, cada una tiene determinadas características que la hacen única y pueden tranquilamente encajar con alguna otra del juego aunque esto no asegure una armonía, sin embargo, se sabe que tarde o temprano aparecerá aquella pieza que simpatice totalmente con otra, formando de esta manera una unidad, y ya no, dos piezas. En definitiva de esto también se trata el amor, no? un juego hermoso en el que algunas veces se pierde y otras, AFORTUNADAMENTE, se gana.