¿Y qué si abro paso al arrojo
que imprudente
se vuelve intruso ante la quietud?
Es como ahogar a la calma
en un mar de improperios.
Será la triste poesía
que resucita a los muertos.
¿Y qué si no desnudo al grito,
si no me detengo en lo incierto?
¿Y qué hay de lo hueco?
Hundirse y ser la hendidura,
construir siendo la grieta.
Retorcer inacabados concretos
que son y se desdicen sin saberlo.
Titubeo,
tropiezo,
conciencia
y el suelo.
sábado, 15 de febrero de 2014
lunes, 3 de febrero de 2014
Destellos
Te incendio.
Prendo uno a uno tus pétalos.
Doy inicio a la humareda
que pronostiqué en sueños
y contemplo las cenizas que brotan de vos.
Inhalo.
Consumo lo inmaterial de tu cuerpo.
Voy absorbiendo tu imagen versátil
que del calor emerge
y hacia lo oscuro va.
Respiro.
Consciente e insatisfecha.
Mirando absorta lo que quedó del concreto
y maldiciendo lo cobarde del tiempo.
Aún así, entre tumbos y miedos,
aguardo a la espera del próximo fuego.
Prendo uno a uno tus pétalos.
Doy inicio a la humareda
que pronostiqué en sueños
y contemplo las cenizas que brotan de vos.
Inhalo.
Consumo lo inmaterial de tu cuerpo.
Voy absorbiendo tu imagen versátil
que del calor emerge
y hacia lo oscuro va.
Respiro.
Consciente e insatisfecha.
Mirando absorta lo que quedó del concreto
y maldiciendo lo cobarde del tiempo.
Aún así, entre tumbos y miedos,
aguardo a la espera del próximo fuego.
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