¿Y qué si abro paso al arrojo
que imprudente
se vuelve intruso ante la quietud?
Es como ahogar a la calma
en un mar de improperios.
Será la triste poesía
que resucita a los muertos.
¿Y qué si no desnudo al grito,
si no me detengo en lo incierto?
¿Y qué hay de lo hueco?
Hundirse y ser la hendidura,
construir siendo la grieta.
Retorcer inacabados concretos
que son y se desdicen sin saberlo.
Titubeo,
tropiezo,
conciencia
y el suelo.
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