jueves, 5 de febrero de 2015

Evidencias

Claro que la inercia
quedó fuera de control y
terminó por controlarme,
claro que la luz quedó encendida y
hasta alumbra espacios que
ya no existen más;
y esta atención que se presta
ya no es precisa
y se pierde sola,
y estas manos,
-¡ay! ¡qué suplicio!-
que buscan y re buscan
lo que ya no puedo darles,
lo abstracto,
lo tardío.
Claro que el destiempo
es un tiempo
irresuelto y soluble,
capaz de darle forma
a aquellas piezas que
parecían no encajar en lo
automático de nuestro andar.

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