lunes, 24 de agosto de 2015

Sentimos;
y alguien-
desde un espacio inconcluso-
corrompe,
disiente,
interpela,
nos contraria la existencia,
siente.

Entonces,
sucede que
una grieta nos desgarra y
deshoja
gota
a
gota
nuestras venas.

Es ahí,
durante ese períplo de huecos
cuando nos reconocemos
como piezas de algo más.

La grieta
se vuelve disfuncional y
en vez de separarnos
nos mezcla.




1 comentario:

MAURO dijo...

Cada vez que te extraño, te leo y me acerco a tu esencia. MV