domingo, 22 de abril de 2012

Soy aquel susurro odiado
soy ese grito arrepentido,
el elocuente y tímido desvarío
soy el sol y a la vez soy frío.
Vivo en un mundo intangible
donde nadie quiere ir,
no te pongas iracible
no querrás entrar aquí.

Yo te lo advertí..

Y así fue como sucumbieron las puertas de mi hogar, ante una tormenta cuasi imposible de parar. El viento arrasó con mis plegarias, se llevó mis respetos y toda huella de esperanza. Y mi mundo se derrumbó.
Mas al instante de llegada la paz, me vi entre lo real y la invención de generar lo real. Y me di cuenta, que por más que apile con hierros algún mundo paralelo, no podré escapar jamás de este maravilloso cielo.
Esa fue la tormenta bendita más maravillosa de mi vida.

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