Enérgico, cabizbajo, narcisista por excelente y mentor de falsos actos. Guerrero voluntario o cobarde por herencia. Triunfador por hartazgo o fracasado sin razón.
Qué importa cuál somos de todos, si al final mimetizamos nuestras almas con el mundo contaminado de eso y más. Convirtiéndonos en bipolares inconscientes, en dudosos convencidos de ideales que no son nuestros. Y así batallamos con tropas fantasmas con el iluso objetivo de creernos vencedores de algo que no deja de declararnos la guerra.
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