viernes, 30 de marzo de 2012

Una familia feliz se sienta a cenar. Bastaron unos segundos para que el hombre del hogar pregunte qué había sido de su vino favorito. Sonriendo los niños y su madre sirviendo, mientras el hombre se entera de que su bebida se había caído accidentalmente.
Se apagaron las risas y todo voló en pedazos. Pero era una familia feliz...

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