sábado, 5 de mayo de 2012

Ingratos

Cuando no decimos,
cuando no sentimos.
Cuando no miramos
cuando no soñamos.
Encerramos bajo lo más hondo la vida
que perdida pide aire de vivir,
perjuramos que no hay viable salida
mientras ella se desarma sin sentir.
Somos armas de este mundo sin tregua
dando guerra en vez de paz,
un corazón obnubilado se endurece
y acarreamos con la cruz de la igualdad.
Bajo un sin fe de amaneceres
vamos vagando en la bohemia oscuridad,
y sucumben las pieles y la mente se entorpece
y ya no vemos más allá.
De lo bello del día
y la noche en luminosidad,
oculta nuestra vida
escoltando aquella que sí valía.


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